Si bien el diagnóstico de una enfermedad es un procedi miento que corresponde al médico y a las instituciones de salud, es necesario que tengamos una idea básica de cuáles son los elementos que constituyen la enfermedad. Y cuáles los signos que se encuentran en ella. En el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer están presentes estos signos (según el breviario del manual de diag nóstico psiquiátrico DSM IV):
• Presencia de múltiples déficit cognoscitivos.
• Deterioro de la memoria (deterioro de la capacidad para aprender nueva información o recordar información apren dida previamente).
• Una o más de las siguientes alteraciones intelectuales:
- Afasia (alteración del lenguaje).
- Apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo acti vidades motoras, a pesar de que la actividad motora está in tacta).
- Agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de ob jetos, a pesar de que la función sensorial está intacta).
- Alteración de la ejecución (por ejemplo, planificación, organización, secuenciación y abstracción).
• Los déficit cognoscitivos en cada uno de los criterios ante riores, provoca un deterioro significativo de la capacidad la boral y social, y representa una merma importante del nivel previo de actividad.
• El curso de la enfermedad se caracteriza por un comienzo gradual y un deterioro cognoscitivo continuo.
• Los déficit cognoscitivos de los criterios anteriores no se deben a ninguno de los siguientes factores:
- Otras enfermedades del sistema nervioso central que pro vocan déficit de memoria y cognoscitivos (por ejemplo enfer medad cerebro vascular, enfermedad de Parkinson, corea de Huntington, hematoma subdural, hidrocefalia normotensi-va, tumor cerbral). Es decir, que no deben encontrarse los signos que venimos viendo debidos a estas otras enfermeda des o trastornos; para diagnosticar mal de Alzheimer deben estar los déficit señalados independientemente, y no como consecuencias secundarias de las enfermedades citadas.
- Enfermedades sistémicas que puedan provocar demencias (por ejemplo, hipotiroidismo, deficiencia de ácido fólico, vi tamina B12 y niacina, hipercalcemia, neurosífilis, infección por VIH).
- Enfermedades inducidas por sustancias.
• Los déficit no aparecen exclusivamente en el transcurso de un delirium.
• La alteración no se explica mejor por la presencia de otro trastorno psicopatológico (por ejemplo, trastorno depresivo mayor, esquizofrenia, etcétera).
Es decir, que para que se trate de mal de Alzheimer, no só lo tienen que estar presentes los signos que mencionamos, sino que NO tienen que deberse a la presencia de otras en fermedades que traigan secundariamente una demencia, como, por ejemplo, todas las merfcionadas.
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